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¿La Iglesia católica está
perdiendo la batalla contra el aborto?
Dios sigue actuando de manera misteriosa. Él sigue
buscando a los hombres para enseñarles a tener fe. Vale la pena de leer el
testimonio que ofrecemos. A nosotros nos toca orar y dar testimonio.
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CONMOVEDORA HISTORIA DE MÉDICO
ABORTISTA CONVERTIDO EN BRASIL
RIO DE JANEIRO, 2 Feb. 01 (ACI).- En un
testimonio a la emisora radial Rainha da Paz, un médico brasileño que
efectuó durante años el aborto relató su dolorosa e intensa experiencia de
conversión, iniciada luego de la muerte de su hija.
El
médico comentó que es el único hijo hombre de una familia humilde del interior
de Minas, y que "con sacrificio y unión" fue el único que tuvo la oportunidad
de estudiar, "pues mis hermanas no terminaron la enseñanza
secundaria".
"Mi
madre era una simple costurera que trabajaba hasta las madrugadas para ayudar a
mi padre. Mi padre era una guardia nocturno. Por eso
se pueden imaginar el sacrificio que hicieron para tener un hijo médico.
Luego escogí la ginecología y la obstetricia", afirmó.
"Entre
las mayores dificultades enfrentadas como médico recién formado, choqué con la
realidad de lo que es mi profesión. En un largo tiempo los médicos se vuelven
ricos, y yo quería más, quería enriquecerme y tener más dinero. Fue así como violé
el juramento que hice cuando me formaba para dar la vida, para salvar la
vida. Ayudé a muchos niños a venir al mundo, pero también a muchos de ellos no
les permití nacer y me enriquecí escondido tras la máscara de la
vitalidad", agregó el médico.
Sobre
su vida abortista, el experto explicó que "puse un consultorio que en poco
tiempo se convirtió en el más visitado de la región. Y saben ¿qué es lo que
hacía?: abortos. Y como todos los que cometen el crimen, me decía a mi
mismo que todas las mujeres tienen el derecho de escoger y que era mejor
que sean ayudadas por un médico para no correr los riesgos de ir a una clínica
clandestina donde los índices de muertes son alarmantes".
"Y
fue así, en un ciego e inhumano oficio de medicina, que construí una familia
con muchos bienes, muy rica y que nada le faltaba. Mis padres murieron con la
ilusión de que su hijo era un doctor bien logrado, exitoso. Crié a mis hijas
con el dinero manchado con la sangre de inocentes y fui el más despreciable de
los humanos. Mis manos, que debieron ser bendecidas para la vida, trabajaron
para la muerte", agregó.
Entrando
al tema de su conversión, el médico explicó emocionado que "sólo paré
cuando Dios en su sabiduría infinita, rasgó mi conciencia e hizo sangrar a mi
corazón con la misma sangre de todos los inocentes que no dejé nacer. Mi hija
menor, Leticia, dejó de respirar por una infección generalizada luego de haberse
sometido a un aborto. Ella, de 23 años de edad, salió embarazada y buscó el
mismo camino de tantas otras que me fueron a buscar: el camino del aborto. Y
sólo supe de esto cuando ya nada se podía hacer".
"Al
lado del lecho de muerte de mi hija, vi las lágrimas de todos esos angelitos
que yo maté. Mientras ella esperaba la muerte, yo agonizaba junto a
ella. Fueron seis días deW sufrimiento para que en el sétimo día ella partiese
hacia el encuentro con su hijo, al cual un médico asesino le impidió
nacer", comentó.
"Cansado
por las noches que pasé al lado de mi hija, yo soñé que andaba por un lugar
absolutamente oscuro y muy húmedo, en el que quería respirar pero no podía, yo
quería salir desesperadamente pero fui envuelto por un lugar en donde el
estruendo me dejaba atónito. Eran los llantos dolidos de los niños que en mi
pensamiento, como si un rayo me cortase por la mitad, veía en mi entendimiento:
los llantos eran de dolor, eran los lamentos de los angelitos que yo no dejé
nacer. Era la triste consecuencia de mis actos sin pensar, esos llantos que
gritaban ¡asesino!, ¡asesino!", afirmó el médico.
"Asustado
para salir de aquel lugar, pasé mi mano por mi rostro para secar mi sudor y mis
manos se mancharon de sangre! Aterrorizado grité con toda la fuerza que me
quedaba un pedido de perdón: ¡Dios me perdone! Sólo así logré respirar
nuevamente y me acordé de que era tiempo de acoger y valorar el último respiro
de mi hija, que murió por las consecuencias de la infección que le produzco el
aborto. Yo sé eso a través de mi sueño", agregó.
El
experto comentó que "Dios me hizo entender que a partir del momento de la
fecundación del óvulo existe vida, por lo que entendí que soy un asesino. No sé
si algún día Dios me va a perdonar, pero para restar mi culpa y mi dolor, vendí
mi consultorio y todos los bienes que conseguí con la práctica del aborto y con
ese dinero, construí una casa de amparo para madres solteras y me dedico
hoy a atender y practicar ¡una medicina de verdad!".
"Hoy
soy médico de los pobres, de los desamparados y desvalidos, y los niños que
vienen al mundo a través de mis manos son hijos que adopto pues sé que tengo
una sola misión: traer la vida al mundo y dar condiciones para que los
niños tengan un lugar feliz donde el padre es Jesús. Recen por mí, recen para
que Dios tenga piedad de mí y me perdone, porque tengo la seguridad de que
participaré del juicio final", concluyó.
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