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La oración mantendrá la dirección de tu vida siempre hacia el verdadero Norte, hacia Dios. Dialogando con El sobre tu historia entrarás cada vez más en sus designios. Para conocer el lenguaje de Dios no queda otro
camino que el empaparte, el alimentarte de la Palabra de Dios. Luego estarás dispuesto a realizar la misión que todos los que quieren seguir a Cristo han de llevar adelante: |