Si somos sinceros tenemos que admitir que todos cobijamos en nuestro interior estas inclinaciones negativas (cf. Gen 6, 5).  Necesitamos conversión. En otras palabras, necesitamos aprender a ser cristianos. En la Iglesia católica, en  tu parroquia, en las comunidades  y  movimientos eclesiales encontrarás la orientación y la ayuda necesaria  para crecer en la fe porque no se puede ser cristiano a solas. Es que tienes que enfrentarte a la borrasca del mundo moderno que te quiere llevar hacia una cultura de muerte, de consumismo y de individualismo y solo no podrás resistir.
También te ayudará disponer de los siguientes libros:
la Biblia (católica o aprobada por la Iglesia católica),
el Catecismo de la Iglesia Católica (es para adultos),
el Oficio Divino (la oración oficial de la Iglesia).
Aquí nos toca presentar
unos criterios específicos de la vocación sacerdotal y religiosa para ayudarte a concretizar tu vocación.










Algunos cristerios para la vocación sacerdotal y religiosa:

Vives una vida cristiana
Te nace ayudar a los demás
Tienes una relación personal con Cristo
Te gustan las chicas y aprecias el matrimonio
Te han enseñado a colocar a Dios primero en tu vida
Eres capaz de asimilar frustraciones
Participas en la vida de la Iglesia
Estás dispuesto a dejarlo todo
Sabes hablar con Dios
Te dejas enseñar
De alguna manera sientes el llamado de Dios
a ser sólo para El













Dirás: "Da ganas de correr porque esto es para santos y yo no soy ningún santo"
.



¡No tengas miedo! Dios da el querer y el obrar (cf. Fil 2, 13). Él tiene poder para llevar a buen término la obra que ha comenzado cuando escuchaste  su llamado en tu corazón (cf. 1 Cor 1, 8).
¡Ánimo!. El hará para que puedas ser sólo para El.











Ser sólo para El significa Estar unido a El en la oración
Estar unido a El en
el apostolado
Estar unido a El en en la pasión




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